Lexx (1997)

Los tiranos que gobiernan el Universo de la Luz transmiten su esencia a su sucesor cuando fallecen, mientras que sus cerebros aún conscientes se guardan en una cámara acorazada; su principal recurso es el Lexx (Tom Gallant), el arma móvil más poderosa del universo, que sólo puede ser comandada por el guardián de la llave de mano. El anterior titular aniquiló a la raza Brunen-G, excepto a Kai (Michael McManus), al que mantuvo en un estado de animación suspendida amnésica, para revivirlo con proto-sangre durante cortos periodos, y utilizarlo como asesino. En este contexto llega el antihéroe Stanley H. Tweedle (Brian Downey), un oficinista ignorado, que falta a una cita y es tachado de criminal. En las mazmorras, Zev (Eva Habermann), con sobrepeso, ha sido condenada por no cumplir con sus deberes de esposa, y está siendo transformada en una preciosa y esbelta esclava del amor. Mientras tanto, el terrorista capturado Thodin (Barry Bostwick), que debe ser ejecutado en público, se escapa con la ayuda de su banda y provoca el caos, poniendo en marcha el robo accidental de Lexx por parte de Tweedle y la nueva propiedad de la llave de mano, la huida de Zev con su nuevo cuerpo y las características de un gusano de ataque reptiliano gigante, pero antes de la limpieza de la mente (que va en su lugar a una cabeza de robot), y la liberación de Kai para combatir a los terroristas antes de que recupere la memoria. Tweedle, Zev, la cabeza robótica enamorada, Kai y los cerebros de los tiranos robados se dirigen a Lexx para vaporizar planetas tiranos y encontrar un lugar para ellos en el Universo Oscuro, mientras buscan un suministro de proto-sangre antes de que Kai expire.