La última bala (1957)

Los trabajadores del ferrocarril llevan varios meses sin cobrar, esto se debe a que Whitey y su banda, entre los que se encuentra el veloz y peligroso pero simpático Utica Kid, siguen reteniendo el tren para cobrar su nómina. Grant McLaine, un antiguo empleado del ferrocarril que fue despedido en desgracia, es reclutado para llevar la nómina de forma encubierta. Un niño y una caja de zapatos aparecen en la trama cuando la banda de Whitey intenta atracar el tren, y Grant y Kid se vuelven a encontrar para saldar una vieja cuenta.