Trama
La situación de los padres de Jake Harper dista mucho de ser convencional. El niño de 10 años vive con su padre y su tío, pero ambos, sorprendentemente, consiguen encontrar un buen equilibrio en la crianza de Jake. El tío Charlie es el dueño de la casa y es un bon vivant con muchas actitudes irresponsables, mientras que su padre Alan es meticuloso y necesita estar a cargo de todo lo que lo rodea. Las personalidades de los dos hermanos chocan regularmente, pero descubren que en realidad son un equipo de padres sorprendentemente bueno. También descubren que podrían tener más en común -y más que aprender el uno del otro- de lo que jamás hubieran pensado.