Policías de Nueva York (1993)

Cada semana, los espectadores veían la cruda realidad de la vida en una unidad de la Policía de Nueva York, ya que los agentes realizaban su trabajo con una sombría determinación, y con la voluntad de infringir las mismas leyes que se supone que están haciendo cumplir. Dos compañeros, los detectives Andy Sipowicz (Dennis Franz) y John Kelly (David Caruso) (sustituido posteriormente por Bobby Simone (Jimmy Smits)), eran los personajes centrales de este drama policial semanal, y personificaban enfoques muy diferentes de su difícil trabajo. La brusquedad de Sipowicz (que encubre una vulnerabilidad emocional) se vio atenuada por el comportamiento preciso y controlado de los dos compañeros con los que trabajó.