Infiel (2002)

Edward y Connie Sumner, que viven en un suburbio de la ciudad de Nueva York con su hijo adolescente Charlie, tienen un matrimonio relativamente feliz desde hace once años, aunque ambos llevan una agitada vida cotidiana de clase media alta lejos del otro que les impide pasar tiempo juntos. Deciden mudarse de ciudad tras la llegada de Charlie a sus vidas. Un día en la ciudad, Connie conoce a un joven francés, Paul Martel, vendedor de libros usados, al toparse literalmente con él. Aunque no busca nada fuera de su matrimonio, Connie se da cuenta de que no puede dejar de pensar en Paul, y a pesar de que busca y recibe la validación de la solidez de su matrimonio por parte de Edward, ella y Paul se embarcan en un apasionado romance salpicado de ligero sadomasoquismo, aventura por la que ella siente tanto excitación como culpabilidad constantes. Con el tiempo, Edward empieza a encontrar indicios de que no todo está bien en su matrimonio y de que las historias de Connie sobre sus andanzas cotidianas no se ajustan a la verdad. Si Edward descubre la aventura de Connie, Paul, a quien Connie había mencionado previamente como el caballero blanco que la ayudó durante una crisis, las preguntas se convierten en qué hará Edward, tanto con respecto a Paul como a su matrimonio con Connie, él que ha dado a entender mediante acciones anteriores con alguien mucho menos importante en su vida que la lealtad es primordial para él, y cuáles serán las consecuencias de cualquiera de sus acciones.