THX 1138 (1971)

Es en algún momento del futuro en una sociedad controlada por el Estado, donde la conformidad y la homogeneidad son la regla. Lo que también es la regla es que la población sigue los deseos del estado sin rostro sin cuestionar. Esto se consigue mediante un régimen de drogas obligatorio, que también suprime el deseo humano, prohibiendo las relaciones sexuales y humanas. La ley del estado es vigilada por una fuerza de robocops. El entorno físico está totalmente dentro de un recinto fabricado, lo que se desconoce fuera de este. THX 1138 es un súbdito leal, que se dedica a su trabajo como un hábil obrero que construye robocops. E incluso cuando empieza a tener sentimientos extraños, hace lo que le obligan acudiendo al confesionario gestionado por el Estado, que lava aún más el cerebro mediante su mantra reforzado de felicidad, lealtad y comprensión. A THX 1138 se le da una visión del otro lado a través de su compañera de cuarto, LUH 3417, y su colega de vigilancia SEN 5241, la visión de LUH 3417, que puede ser algo que THX 1138 quiera continuar a pesar de su ilegalidad. Si THX 1138 es capaz de ocultar sus actividades a las autoridades y a los robocops, tendrá que averiguar qué opciones tiene.