El tiempo en sus manos (1960)

El 5 de enero de 1900, un H.G. Wells -George para sus amigos- de aspecto desaliñado llega tarde a su propia cena. Les habla a sus invitados de sus viajes en su máquina del tiempo, obra de la que sus amigos tenían conocimiento. Ellos también eran incrédulos, y escépticos de cualquier uso práctico si realmente funcionaba. George sabía que su máquina era estacionaria en cuanto a su posición geográfica, pero no tenía en cuenta los cambios que se producen con el tiempo en esa ubicación. También aprende que la máquina no es impermeable y que no es inmune a los que no lo entienden a él o al propósito de la máquina. George cuenta a sus amigos que no encontró la sociedad utópica que tanto deseaba que se desarrollara. Menciona en concreto una civilización de varios miles de años en el futuro que está formada por los morlocks subterráneos y los eloi que viven en la superficie, que a primera vista llevan una vida despreocupada. A pesar de todos estos problemas, el amor puede seguir floreciendo a lo largo de milenios.