Una conilleta al campus (2008)

Shelley creció en un orfanato y se mudó a la Mansión Playboy cuando ya era adulta. En su 27º cumpleaños, es desalojada de la mansión por ser demasiado mayor. Devastada y sin hogar, Shelley se refugia en la casa de una hermandad que necesita una madre de familia. Sin embargo, esta nueva residencia también puede ser temporal. Un grupo de chicas malas de la hermandad se apoderará rápidamente de la casa a menos que la hermandad actual pueda atraer a 30 nuevas aspirantes. Por suerte, Shelley es especialista en fiestas, en hacer quedar bien a la gente y en atraer a nuevos miembros.