Pi, fe en el caos (1998)

Max es un obsesivo. Este genio de las matemáticas ha renunciado a la interacción social casi por completo en la búsqueda del sentido de la vida. Cree que los patrones matemáticos que se repiten en la naturaleza demuestran un principio subyacente, y a medida que se obsesiona, estos patrones siguen repitiéndose a su alrededor. Y mientras algunos de los que le rodean se preocupan de que la obsesión de Max se esté volviendo malsana y peligrosa, hay dos partes que están muy interesadas en el trabajo que está haciendo. Una misteriosa empresa de Wall Street y una secta de místicos jasídicos están interesados en el trabajo de Max, y están ansiosos por persuadirle de que debe compartir sus secretos con ellos.