Moulin Rouge (1952)

Se presenta un relato ficticio de la última parte de la vida del artista francés Henri de Toulouse Lautrec (1864-1901), el más conocido profesionalmente por haber inmortalizado en lienzos a los personajes de la sala de baile de can-can de París, el Moulin Rouge. Esta fase de su historia comienza en 1890. Nacido en la aristocracia, Toulouse-Lautrec se traslada a París para dedicarse a su arte mientras frecuenta el Moulin Rouge, donde siente que encaja siendo un inadaptado entre otros inadaptados. Su condición de inadaptado se debe a su diminuta estatura, ya que sus piernas se rompieron y dejaron de crecer tras una caída en la infancia por unas escaleras. Por su aspecto, cree que nunca estará destinado a experimentar el verdadero amor de una mujer. Esa falta de amor en su vida puede cambiar al conocer a dos mujeres. La primera es la prostituta Marie Charlet, a la que salva de la cárcel en un acto de caballero blanco. Su relación acaba siendo turbulenta, los bajones en los que cada uno siente la necesidad de herir al otro con sus problemas principales, a saber, la discapacidad de Toulouse-Lautrec y la profesión de Marie. La segunda es la socialité Myriamme Hayam. De forma más indirecta, Toulouse-Lautrec también acaba siendo su salvador, siendo uno de esos actos indirectos su cuadro, que ella ha comprado, y cuyo tema la hace reflexionar sobre lo que ella considera los problemas de su propia vida.