Una mujer en la liga (1989)

Rachel Phelps hereda de su difunto marido el equipo de béisbol de los Cleveland Indians. Phelps está desesperada por trasladar el equipo a Miami, donde puede ser más rentable. Sin embargo, para conseguirlo, Phelps debe hacer que la asistencia al equipo sea inferior a 800.000 espectadores, ya que es la única forma en que podrá trasladar el equipo legalmente. Phelps carga el equipo con un grupo de jugadores que nunca han sido, incluyendo prima donnas, parias y convictos. Para sorpresa de Phelps, el equipo empieza a cuajar y a ganar, empujando para conseguir el banderín y volviendo loco a Phelps en el proceso.