Mira quién habla (1989)

Cuando Mollie se queda embarazada, se preocupa por proporcionar una figura paterna a su hijo. Experimentar el embarazo y el parto como madre soltera fue algo inesperado para Mollie, pero supo manejar la situación. Cuando nace su hijo, Mollie intenta salir con alguien sin suerte. A medida que su hijo se convierte en un niño pequeño y atrevido, se pregunta si alguna vez podrá ser un padre adecuado para él.