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Trama
Repartidas por todo el país, las tres hermanas Marvin adultas se reúnen en la casa familiar de Woodstock (Vermont) para pasar dos semanas de Navidad como es tradición. La tradición es una parte importante de la familia, especialmente durante las fiestas. Viuda desde hace tres años, la mayor, Megan, chef ejecutiva, y su hija adolescente, Ivy, volarán desde su casa en Austin (Texas), a la que se trasladaron por el trabajo de James, el marido de Megan, ya fallecido, y probablemente se quedarán en Woodstock por lo demás, a pesar de las mayores oportunidades profesionales para la propia Megan en Austin. Aunque a Megan le gusta lo que hace, no le gusta mucho el dueño del restaurante donde trabaja, aunque todavía no está mentalmente preparada para abrir su propio restaurante. La hermana mediana, Bethany, abogada, ha llevado lo que ella considera una vida bastante libre de baches y conservadora, ella y su marido, profesor universitario, George, vienen en coche desde su casa en Filadelfia, Pensilvania. Bethany está en la primera fase de su primer embarazo, del que hablará a la familia en un momento oportuno en el transcurso de las dos semanas. Y la menor de las Audrey no le ha dicho a ninguna de sus hermanas que ya no está en la universidad de Nashville, Tennessee, estudiando música, sino que se ha mudado a su casa sin un centavo hace unos meses, y que ahora tiene trabajos esporádicos actuando mientras trata de averiguar cómo puede triunfar de verdad como cantante. Incluso tuvo que vender su guitarra para pagar el billete de autobús de vuelta a Vermont. Todas sus noticias pasan a un segundo plano cuando sus padres, Daniel y Peggy Marvin, informan a todos de que Daniel no sólo se jubila de su trabajo como profesor, sino que van a vender la casa y mudarse a un condominio en Arizona. Mientras Audrey se opone abiertamente a esta mudanza -alistando a su vecino de toda la vida, Brandon, que está secretamente enamorado del propio Audrey, para que emprenda una acción subversiva para que no se produzca la venta-, Bethany cree que no es asunto de ellos lo que sus padres decidan hacer, y Megan acepta tranquilamente la decisión a pesar de ser la que está más impregnada de las tradiciones familiares, lo que significa la Navidad en esa casa. Las cosas se complican cuando todos se enteran de que una de las mitades de la sociedad que ha hecho una oferta por la casa es el novio de Megan en el instituto, Nash, que acaba de regresar a Woodstock después de haber vivido la mayor parte de su vida adulta en el sur de California. La única razón por la que Megan y Nash rompieron es que él en su momento no quería quedarse en Woodstock, mientras que Megan tenía toda la intención de quedarse. Nash y su socia en esta compra, la agente inmobiliaria Lane Castle, para la que ha estado haciendo renovaciones en algunos de sus otros listados, planean voltear la propiedad después de hacer las mejoras necesarias. Hay una atracción inmediata entre Megan y Nash de nuevo, y aunque a Ivy le gusta Nash y quiere que su madre encuentre la felicidad, Megan no está segura de que pueda superar la idea de James, a quien consideraba su alma gemela, para pasar a un posible amor con otro hombre, y que sus situaciones vitales actuales estén situadas en otros extremos del país. Su relación y la compra de la casa pueden ser dos caras de la misma moneda, y una afecta a lo que ocurre con la otra.