Trama
J. Edgar Hoover marcó el rumbo del FBI durante medio siglo, una posición que le obligaba a mostrarse fuerte, intimidante y moralmente impugnable. Pero mientras Hoover luchaba contra los ladrones de bancos, espiaba a los líderes de los derechos civiles y socavaba los movimientos de protesta de la izquierda, también guardaba una serie de oscuros secretos. Este retrato de Hoover capta las dos facetas del hombre: el agente de la ley capaz y en ocasiones justo, y el Edgar inseguro y excéntrico en el ámbito privado. Ambas facetas de su personalidad se ven reforzadas por el mismo principio permanente: la necesidad de moldear todo lo que le rodea para que esté bajo su control.