Incendios (2010)

A la lectura del testamento de Nawal Marwan asisten sus hijos gemelos, Simon y Jeanne, así como el albacea. Nawal ha hecho una serie de extrañas peticiones en su testamento, pero la más importante es que viajen a Oriente Medio para conocer a miembros de su familia que nunca han conocido: su padre y su hermano biológicos. A pesar de las reticencias de Simon, los gemelos siguen adelante y descubren que su historia familiar podría no ser tan limpia como creían. En el fondo hay un linaje enmarañado que enlaza directamente con una historia de guerra y violencia recursiva.