Hellbound: Hellraiser II (1988)

Kirsty ha sobrevivido a traumas que poca gente puede siquiera imaginar. Después de haber heredado una casa que contenía un portal a la dimensión del infierno, vio cómo se infligían horrores indecibles a las personas que conocía. Pero nadie cree por lo que ha pasado, y ahora se encuentra internada involuntariamente en un hospital psiquiátrico. Pero el nuevo médico de Kirsty no tiene en cuenta sus intereses. Hace tiempo que le fascinan las criaturas llamadas Cenobites que llaman al infierno su hogar. La llegada de Kirsty es una bendición para él, ya que la ve como una llave que puede utilizar para abrir la puerta del infierno.