Harold y Maude (1971)

El joven adulto Harold Chasen, solitario y sin amigos por elección, está obsesionado con la muerte, y esta fascinación se manifiesta en que escenifica sus propios suicidios falsos, conduce un coche fúnebre y asiste a los funerales, incluso de personas que no conoce, todo ello para disgusto de su exasperada madre rica con la que vive. La Sra. Chasen está decidida a que Harold sea "normal", incluso le envía a terapia para que trate sus problemas y le encuentra una novia a través de un servicio de citas por ordenador. Es en una serie de funerales donde Harold conoce a Maude, en la cúspide de su octogésimo cumpleaños, ella que también asiste a funerales de extraños. A diferencia de Harold, Maude está obsesionada con la vida -su propia vida, para ser más precisos-, hace lo que quiere para complacerse a sí misma, sin importarle lo que piensen los demás o cómo les pueda afectar. Dado que no puede llevar consigo posesiones materiales, está más interesada en las experiencias, con cualquier posesión material que tenga - a menudo "prestada" sin pedirla - sólo para fomentar esas experiencias. Su amistad se basa inicialmente en cómo el otro puede promover su propia prioridad. Pero a medida que Maude muestra a Harold cómo vivir de verdad, éste se enamora de ella. Su relación, ya limitada en el tiempo por las meras matemáticas, se reduce aún más cuando Maude le enseña no sólo a vivir bien, sino a morir bien.