Inocencia interrumpida (1999)

Susanna tiene sólo 18 años cuando le diagnostican un trastorno límite de la personalidad y es ingresada en una institución mental. Incapaz de enfrentarse a la realidad y a las luchas de la vida, Susanna se da cuenta de lo delgada que es la línea que separa la cordura de la locura a medida que va conociendo a los demás en la institución. La imprevisible Lisa hace que a Susanna le resulte aún más difícil enfrentarse a su diagnóstico y superar su trastorno. A medida que Susanna pasa más tiempo en la institución mental viendo a las chicas entrar y salir, descubre mucho sobre sí misma y sobre la vida.