Confesiones de una mente peligrosa (2002)

Personas de todo el mundo conocían el nombre, la cara y la voz de Chuck Barris gracias a su papel como presentador de uno de los programas de juegos más populares de la década de 1960. Pero, según el propio Barris, se las arregló para mantener viva esa farsa al tiempo que llevaba una doble vida como agente de la inteligencia estadounidense. Al amparo del rodaje del programa en Berlín, Barris llevó a cabo una audaz operación en la Guerra Fría. Durante su carrera se convertiría rápidamente en un hábil asesino, pero las líneas se difuminan entre lo que es real y lo que es sólo Barris hilando una elaborada historia para nosotros.