El volar es para los pájaros (1970)

Un joven llamado Brewster McCloud vive en secreto en una sala de caídas en el Astrodome de Houston, donde está construyendo un par de alas para poder volar. Sólo Hope, una dependienta de una tienda de alimentos saludables, sabe que está allí, ella es la que le suministra lo que necesita para vivir, aunque un guardia de seguridad con sobrepeso de la cúpula sospecha que algo pasa con este joven al que ve constantemente pero que siempre es capaz de burlarlo. Brewster tiene un ángel de la guarda que conduce un Gremlin y va vestido con una gabardina, que se asegura de que alcance su objetivo final mutuo, aunque bajo sus reglas. Las cosas pueden cambiar cuando Brewster conoce a Suzanne Davis, una piloto de carreras a tiempo parcial y nueva guía turística de la cúpula, que empieza a enamorarse de Brewster sin saber que vive en la cúpula ni que tiene el sueño de volar. Asociado a los tejemanejes con Brewster, el acaudalado habitante de Houston Haskell Weeks trae al famoso detective de San Francisco Frank Shaft para que ayude a la policía de Houston en la investigación de una serie de asesinatos por estrangulamiento. Mientras el investigador principal, el capitán Crandall, sigue lo que considera el curso normal de las investigaciones de asesinatos, Shaft, que exige que las cosas se hagan a su manera, lo que consigue con la ayuda del policía de tráfico Johnson, quiere centrarse en un aspecto específico que Crandall y su equipo han ignorado pero que parece ser común a todos los asesinatos más allá del estrangulamiento, a saber, que cada víctima fue golpeada con excrementos de pájaro. A través de todo ello, un experto en su campo da una conferencia sobre el porqué del comportamiento mostrado con Brewster y los atrapados en su vórtice.