La batalla de Anzio (1968)

Las fuerzas aliadas desembarcan en Anzio sin oposición, pero en lugar de avanzar hacia el interior y el norte, hacia Roma, su comandante decide atrincherarse. Un corresponsal de guerra curtido en mil batallas pide prestado un jeep y un conductor y conduce hasta Roma y de vuelta sin encontrar fuerzas alemanas significativas. El informe sobre la ausencia del enemigo es descartado ya que el general está preocupado por tener la fuerza para mantener Anzio y apoyar la ofensiva. Cuando se decide finalmente hacer un movimiento, los alemanes han llegado con fuerza. Un asalto de los Rangers estadounidenses a Cisterna es emboscado y la mayoría de las fuerzas mueren o son capturadas. Un pequeño grupo de supervivientes, entre los que se encuentra el corresponsal de guerra, se esfuerza por regresar a Anzio e informar sobre las defensas alemanas.