Un lugar tranquilo en el campo (1968)

El renombrado pintor Leonardo Ferri, cuyas obras tienen un precio estándar fijado por el mercado, y su novia Flavia viven juntos en su estudio de Milán. Lleva dos meses sin pintar nada y se está volviendo loco. Sus problemas mentales, de los que Flavia está al corriente, incluyen un sueño recurrente en el que ella lo tortura antes de intentar matarlo. Por ello, Flavia alquila una casa de campo en las afueras de Venecia, donde el cambio de aires puede recargar su creatividad. Debido a que siente la energía negativa hacia ella en la villa, Flavia decide pasar los días de la semana en Milán y visitarla los fines de semana, dejando a Leonardo solo en la villa durante la semana con sólo el ama de llaves, Egle. Todavía atormentado por sus problemas mentales, Leonardo lo intenta pero es incapaz de reiniciar su trabajo. Durante este tiempo de soledad, se entera de la existencia de Vanda Valier, una ocupante anterior de la villa que fue asesinada fuera de los muros de la villa durante la guerra a la edad de quince años. Muchos de los lugareños todavía tienen sus propias historias de Vanda, algunos de los cuales parecen estar obsesionados con ella y su belleza intemporal. Leonardo se convierte en uno de esos obsesionados. En su estado mental, Leonardo tendrá que conciliar su obsesión por Vanda con su relación con Flavia, sobre todo porque muchos creen que el fantasma de Vanda sigue controlando lo que ocurre en la villa.