Un monstruo en París (2011)

Parijs, 1910. El tímido operador de cine Emile acompaña a su bullicioso amigo, el futuro inventor Raoul, que reparte mercancías en un camión impulsado por aceite de girasol, con un cargamento al laboratorio de un profesor de botánica ausente, donde el devoto asistente mono Charles no logra evitar que el frívolo Raoul experimente, en contra de las claras advertencias escritas, con semillas y superfertilizantes para crear accidentalmente una planta gigante y una mosca monstruosamente aumentada que se abre paso a través del caliente techo del invernadero. El monstruo que salta por los tejados provoca el pánico en toda la ciudad, plagada de inundaciones, por lo que el prefecto de policía Maynott lo considera la distracción ideal de los problemas policiales habituales y una oportunidad para entrar en la carrera electoral a la alcaldía como el héroe que lo ha atrapado. Raoul tiene un enamoramiento mutuo furiosamente negado -al igual que Maynott- con la cantante de un club nocturno, Lucille, que conoce al monstruo, lo encuentra lindo y hace que la banda intente esconderlo, y lo ayude a escapar cuando Maynott encuentra su rastro y no se deja detener, ni siquiera por el grave peligro que corre la gente.